Tom Hiddleston: La voz de los niños
- Dan Alcántara
- 13 nov 2015
- 3 Min. de lectura

Tom Hiddleston en Guina (2013)
La situación actual del mundo no podría estar más lejos de ser una utopía. Para algunos la vida está llena de felicidad; pero para otros, la realidad es dura. Especialmente en lugares como Siria, Afganistán, Iraq y nuestro México de hoy en día.
Esa realidad que es claramente desoladora, la callan muchísimas personas, víctimas de violencia, violaciones y despojo. Y no se debe a que no quieran hablar al respecto, más bien se debe a que no tienen una voz.
Pocas son las personas con voz que se prestan a abogar por estas víctimas sin nombre. Tom Hiddleston es una de ellas.

Tom Hiddleston antes de arribar a Sudán del Sur (3 de marzo de 2015)
En el 2013, Tom Hiddleston, como embajador junior de la UNICEF, viajó a Guinea en África Occidental con el propósito de dar a conocer la labor de la organización en materia de educación, nutrición, salud, etc. Básicamente, informó sobre la misión de la UNICEF en Guinea: proporcionar ayuda a la juventud del país africano.
En marzo de este año, el actor británico conocido por sus diversos papeles tanto en teatro como en cine, viajó a un lugar olvidado por el ojo mediático. Su destino: Sudán del Sur.
La sociedad sursudanesa se encuentra actualmente en plena guerra civil. Lo que significa que muchísimos niños han sido reclutados por grupos armados para combatir en el conflicto. A su vez, el sistema educativo se ha empobrecido y miles de personas han perdido sus hogares.

Tom Hiddleston arribando a Sudán del Sur (3 de marzo del 2015)
Tom Hiddleston arribando a Sudán del Sur (3 de marzo del 2015)
En un intento de hacer un llamamiento al problema que enfrentan estos niños, Tom Hiddleston hizo un artículo para The Independent, en el que redactó su experiencia visitando el país (puedes checar la traducción que nuestro equipo hizo aquí). El actor comenta en su nota: “En un salón de escuela, conocí a John de 15 años, quien había escapado de la abducción. Sentados juntos en el piso, en una esquina, me contó que temía por su vida, que todos temían. Me dijo: ‘tenemos un gran problema y preocupación. Los soldados- ellos están matando a la gente’. Pero, pese al peligro inmenso, él aun quería ir a la escuela y prepararse para sus exámenes”.
Son sólo palabras, pero la experiencia narrada de Hiddleston, deja con una sensación de intranquilidad. Los párrafos de su nota son fuertes y quizás un poco bruscos, pero reales; y buscan despertar en nosotros esa inquietud, esa necesidad de hacer algo por los demás. Ahí es donde la presencia del actor se convierte en una efectiva herramienta. Nos toca, con esa sensibilidad de la que sólo una persona como Tom Hiddleston es capaz de transmitir.
Pero nos deja también con datos duros, difíciles de ignorar; como los 13,000 niños que han sido reclutados en el conflicto que inició en el 2013. Quizás lo más destacable es que al menos alguien se aproxima a estas situaciones, provee de voz a niños como John, y comparte la realidad que día con día, enfrenta la inocencia en África. Una inocencia que, quizás, se pierda conforme el conflicto continúe azotando al país.

Tom Hiddleston en Guinea (2013)
Tom Hiddleston lo plantea de la mejor forma: “Los niños, ya sea aquellos que viajan como refugiados a través de Europa o viviendo conflictos como en Sudán del Sur, merecen la oportunidad de tener una infancia”.
Y es cierto. Todo niño merece la oportunidad de tener una infancia mejor, una infancia buena, una infancia plena.
*Si quieres conocer más información sobre el tema, puedes visitar la página oficial de la UNICEF aquí. O puedes checar los proyectos de la UNICEF México en esta página también.
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